Un artista preguntó al galerista si había habido algún interés por los cuadros que exponía en ese momento.
“Tengo una buena y una mala noticia”, responde el galerista.
“La buena es que un caballero ha preguntado por su obra
y se pregunta si aumentará de valor tras su muerte.
Cuando le dije que sí, compró los 15 cuadros”.
“Es maravilloso”, exclama el artista.