Un abogado fanfarrón tiene un terrible accidente

Un abogado fanfarrón acababa de comprarse un flamante coche deportivo…

y estaba impaciente por enseñárselo a todos sus colegas.

Se detuvo a un lado de la carretera y abrió la puerta del conductor, cuando de repente

un camión de dieciocho ruedas salió de la nada y se llevó por delante la puerta del conductor.

“¡NO! Mi Jaguar, mi Jaguar!”, gritó el abogado, porque sabía que por mucho que un mecánico intentara arreglarlo, nunca volvería a ser el mismo.

Un policía vio el coche sin puerta y vino a ver cómo estaba el hombre.

El abogado corrió hacia él gritando: “¡UN CONDUCTOR LOCO ME HA ARRUINADO LA PUERTA DE MI JAGUAR!”.

“Usted es abogado, ¿verdad?”, le preguntó el agente.

“Sí, lo soy, pero ¿qué tiene eso que ver con mi coche?”, preguntó el abogado.

El agente contestó: “¡Ja! Los abogados sois siempre tan materialistas. Lo único que os importa es vuestro prestigio y vuestras propiedades.

Se supone que estabas sujetando la puerta del coche cuando fue golpeado. Apuesto a que ni siquiera te diste cuenta de que te faltaba el brazo izquierdo, ¿verdad?

El abogado miró a su lado y exclamó: “MI ROLEX