Un anciano camina por la calle

Una mañana, un anciano camina por la calle, hambriento.

Vio un cartel en el escaparate de un restaurante que decía:

“Pruebe ahora nuestro exótico desayuno”.

Así que entró y se sentó en una mesa.

Llega la camarera y le pregunta qué quiere.

El anciano pregunta: “¿Cuál es su desayuno exótico?”.

“Lengua de pollo al horno”, responde ella con orgullo.

El viejo grita:

“¡Pata de pollo al horno! ¿Tienes idea de lo asqueroso que es eso? Nunca se me había ocurrido comer algo que saliera de la boca de un pollo. ¡Ugh!

La camarera se queda un poco desconcertada, pero mantiene la calma y le pregunta:

“No hay problema, señor. ¿Qué prefiere entonces?

El anciano responde: “Tráigame huevos revueltos.