Un hombre entra en una barbería y dice: “Voy a que me afeiten y me limpien los zapatos”.
El barbero le enjabona la cara y afila la cuchilla mientras una mujer con los pechos más bonitos que ha visto nunca se arrodilla y le lustra los zapatos.
El hombre le dice: “Tú y yo deberíamos pasar algún tiempo en una habitación de hotel”.
Ella responde: “A mi marido no le gustaría”.
El hombre dice: “Dile que haces horas extras y te pagaré la diferencia”.
Ella responde: “Díselo. Es él quien te afeita”.