Un día, el marido llama a su mujer “Chérie”.
“He invitado a un amigo a cenar a casa”.
“¿Qué? ¿Estás enfadada? La casa está hecha un desastre,
no he hecho la compra, todos los platos están sucios y no me apetece preparar una buena comida”.
“Todo eso ya lo sé”. “Entonces, ¿por qué has invitado a cenar a un amigo?”.
“Porque el pobre tonto está pensando en casarse”.