Un hombre se venga de su mujer de una forma alocada
Nos estábamos divirtiendo, la pasión empezaba a crecer,
cuando de repente dijo: “No quiero, sólo quiero que me abraces”.
Yo dije “¿QUÉ? ¿¡Entonces de qué iba todo eso!?”
Entonces pronunció las palabras que todos los maridos del planeta temen escuchar: ….
“No estás lo suficientemente en sintonía con mis necesidades emocionales como mujer para que yo pueda satisfacer tus necesidades físicas como hombre”.
Me miró perpleja y me dijo:
“¿No puedes quererme por lo que soy y no por lo que hago en el dormitorio?”.
Comprendiendo que esa noche no pasaría nada, me fui a dormir.
Al día siguiente decidí tomarme el día libre para pasar un rato con ella.
Comimos juntos y luego fuimos de compras a unos grandes almacenes sin nombre.
La acompañé mientras se probaba varios conjuntos muy caros. Como no se decidía, le dije
“Vamos a comprarlos todos”.
Quería unos zapatos nuevos para complementar su nueva ropa, así que le dije “vamos a comprar un par para cada conjunto”.
Fuimos a la sección de joyería, donde eligió un par de pendientes de diamantes.
Estaba muy emocionada. Debió de pensar que yo estaba a punto de naufragar.
Empecé a pensar que me estaba poniendo a prueba porque me había pedido una pulsera de tenis cuando ni siquiera sabe jugar al tenis.
Creo que la pillé desprevenida cuando le dije
“Es muy bueno, cariño”. Estaba casi extasiada de la emoción.
Sonreía con