Una anciana se confiesa:
– Padre, me acuso de engañar a mi marido…
– ¿Cuándo? pregunta el cura.
– Hace treinta años…
– ¿Pero se ha confesado desde entonces?
– Claro, padre…
– Así que el buen Dios te perdonó hace mucho tiempo.
¡Eso es historia antigua!
– Lo sé, Padre. Pero estoy tan contento de poder hablar con alguien sobre ello de nuevo…..