Varios hombres se encuentran en los vestuarios de un club de golf. Suena un teléfono móvil en un banco y un hombre activa la función de manos libres y empieza a hablar. Todos los presentes se detienen a escuchar.
Hombre: “Hola”
Mujer: “Cariño, soy yo. ¿Estás en el club?
Hombre: “Sí”.
Mujer: “Ahora mismo estoy en el centro comercial y he encontrado este precioso abrigo de piel. Sólo cuesta 1.000 dólares. ¿Puedo comprármelo?
Hombre: “Claro, adelante si tanto te gusta”.
Mujer: “También pasé por el concesionario Mercedes y vi los nuevos modelos de 2007. Vi uno que me gustó mucho”.
Hombre: “¿Cuánto cuesta?
Mujer: “65.000 dólares.
Hombre: “Vale, pero por ese precio, lo quiero con todas las opciones”.
Mujer: “¡Genial! Ah, y una cosa más. La casa que queríamos el año pasado vuelve a estar a la venta. Piden 950.000 dólares.
Hombre: “Bueno, entonces adelante, hazles una oferta, pero solo ofrece 900.000 $”.
Mujer: “De acuerdo. Hasta luego. Te quiero”.
Hombre: “Adiós, yo también te quiero”.
El hombre cuelga. Los demás hombres del camerino le miran asombrados.
Luego sonríe tímidamente y pregunta: “¿Alguien sabe de quién es este teléfono?