Un día, una mujer rubia conducía su coche cuando chocó contra un camión.
El camionero la obligó a aparcar y a bajarse del coche.
Cogió una tiza y dibujó un círculo en la carretera.
Le dijo que se colocara en el centro y que no saliera del círculo.
Furioso, se acercó al coche y pinchó las ruedas.
La rubia se rió. Esto enfureció aún más al hombre, que rompió el parabrisas de su coche.
Esta vez la rubia se rió aún más. Furioso, el hombre rompió todas las ventanillas de su coche y la llave.
La rubia se ríe a carcajadas y el camionero le pregunta qué le hace tanta gracia.
La rubia se ríe y responde: “Cuando no mirabas,
salí del círculo tres veces”.