Un hombre ha comprado un nuevo aparato

Un hombre compró un aparato nuevo (sin montar, por supuesto) y, después de leer y releer las instrucciones de montaje,

seguía sin saber cómo se montaba.

Finalmente, recurrió a la ayuda de un viejo manitas que estaba trabajando en su jardín.

El viejo cogió las piezas, las estudió y empezó a montar el aparato.

En pocos minutos lo tenía todo montado.

“Es increíble”, dijo el hombre. “¡Y lo has hecho sin ni siquiera mirar las instrucciones!

El manitas responde: “En realidad, no sé leer, y cuando no sabes leer, tienes que pensar”.

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