El director general de una gran empresa llama a uno de sus empleados.
– Hasta ahora”, le dice, “has tenido una carrera excepcional dentro de nuestro grupo.
Empezaste como mensajero, en tres meses te convertiste en jefe de oficina, cuatro meses después en jefe de departamento.
Un año después eras Director Comercial, y desde hace dieciocho meses ocupas el cargo de Director General Adjunto.
Pues bien, me complace anunciar que, a partir de hoy, has sido nombrado Director General.
También te propondré que entres a formar parte del Consejo de Administración la semana que viene,
y no oculto el hecho de que te estoy considerando como mi sucesor.
¿Qué te parece?
– Gracias, papá.