Un abuelo está con su nieto.
Le dice a su nieto:
“Oye Johnny, por favor, tráeme el vaso de medicina y el vaso de refresco de allí”.
El nieto responde: “Claro, abuelo, pero ¿por qué el refresco?
El abuelo responde: “Los mezclo para que la medicina no sepa tan mal”.
Johnny dice: “Oh, buena idea”, y empieza a verter el vaso de medicina en el vaso de refresco para él. El abuelo dice:
“No, no, no. Hay otra forma de hacerlo.
Se echa el vaso de refresco en la medicina, no la medicina en el refresco”.
Juanico dice: “Vale, pero ¿qué más da?
El abuelo, un poco enfadado, dice:
“¿Qué más da? Bueno, en lugar de estropear mi maravilloso refresco con esta desagradable medicina, hago que mi desagradable medicina sepa mejor.